sábado, 22 de septiembre de 2007

Almorranas forever



Las almorranas son, como poco, una anécdota que demuestran algo más que la existencia de la noche. Más bien se convierten en vestigio de ciertos excesos en los que a menudo nos vemos empujados, sin discurso propio, sin argumentos que definan su justa causa.

1. f. Med. Tumoración en los márgenes del ano o en el tracto rectal, debida a varices de su correspondiente plexo venoso. Más bien sangre, dolor y lágrimas en el puto culo, yo diría. En cualquier caso es interesante constatar que puede darse una sana convivencia.

Parece ayer cuando, siendo adolescentes, recuerdo a un amigo describiendo sus primeras experiencias en este campo tan dichoso y receloso de intromisiones espontáneas. Eran tiempos de ignorancia, de descrédito y de bondad malentendida. Huelga decir que me costaba empatizar con tales sufrimientos. “Lo que hago es meterme para adentro las venas hinchadas alrededor del ojete” explicava, es decir: tenía que recolocar o reconducir las, sin duda, impertinentes tumoraciones de los márgenes del ano en el interior de su tracto rectal. Canela fina, que algunos dirían. Mero discurso escatológico para otros.

Hoy, nuestra amarga decadencia nos muestra la debilidad de la carne, más concretamente me palpo con los dedos los entresijos más corruptos de mi ano, mientras pienso en las cervezas de más que he bebido a lo largo de la noche. Pienso que no puede ser, he dejado la coca, los porros y el tabaco. ¿Para qué? Para acabar constatando la fungibilidad de nuestros cuerpos y mi decisión irrevocable de no renunciar nunca más al dorado placer de una cerveza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acabo de operar, luego que se vaya el dolor postoperatorio podre volver al tabaco, el cafe y la cerveza!!


te recomiendo la operacion con engrampadoras :)

Anónimo dijo...

Pijus Erectus dijo:

Si el problema no es muy grave, Hemoal puede ser la solución. Si las hemorroides no remiten en un par de semanitas, es preferible ir al médico y dejarse estar de remedios caseros. Recuerda que es importante tener un culito sano y sin obstáculos; nunca se sabe cuándo puede aparecer en tu vida el macho que te haga saber lo que es un hombre.

A mí personalmente no me importan las hemorroides; me gusta oír gritar al tío que pongo a cuatro patas.

Eva PS dijo...

Buenos días,

Perdona que te escriba de forma pública pero no he encontrado otra forma de contactar contigo. Me gustaría que colaboráramos mutuamente intercambiando enlaces ya que tu blog trata de la misma temática que mi página.

Si estás interesado escríbeme a eva.paz.soto@gmail.com

Un saludo,

Eva