sábado, 31 de mayo de 2008

D.O. Penedès


Normalmente, siempre está la opción de considerar que es un bache, el momento por el que uno transita, agobiado por la sensación de un fracaso total en su vida personal e intelectual. Un vaso de buen vino, me ayuda ahora a exorcizar mis emociones.

Son momentos de alarma, me describo como un desecho predecible de una estructura social premeditadamente injusta. Y cómo no, el loserismo vuelve, en estos momentos, con más fuerza que nunca.

Siento el deber de recomendar, no obstante, la denominación de origen Penedès para garantizar el disfrute de un buen caldo de tinto y, quizás, la compañía hipotética de alguien, en estos momentos de flaqueza. La realidad es que no hay nadie que quiera desafiar conmigo la soledad de una madrugada común y vulgar.

La cama me espera, como siempre, estirada a lo largo de la habitación. Me resisto a sucumbir en ella, pero la tentación es fuerte. Me arrimo entonces al vaso de vino que me queda, mientras pienso en la delicadeza compartida con mujeres prescindibles que bien merecen otra consideración.

Apuro el último trago, lo saboreo, distingo el sabor complejo de las buenas denominaciones y recuerdo la mía, de loser absoluto. ¡Qué momentos los de ahora! Mejor olvidemos que el hoy ha existido y sigamos la recomendación de no obsesionarnos con ningún pensamiento fútil.


No hay comentarios: